¿Por qué me duele la espalda?
En el 85-95% de los casos de dolor de espalda crónico, se clasifican como no específicos. Quizás la combinación de factores genéticos, individuales y/o de estilo de vida reflejen el dolor persistente de espalda. Sin embargo, no existe un único causante; a excepción de causas específicas como fractura, infección, o trastorno autoinmune; entre otras.
¿Qué es lo que está ocurriendo?
>Cambios en Sistema Nervioso Periférico. La inflamación durante un largo periodo de tiempo produce cambios a nivel cortical.
>Alteración en la sensibilidad ante estímulos dolorosos. Especialmente a la presión en la zona de dolor; pero también, a nivel global, una hiperalgesia generalizada a la presión. Podría ser una herramienta útil para monitorizar los cambios en el estado del dolor.
>Aumento de los mecanismos facilitadores del dolor (mecanismos pro-nociceptivos), resultado de la nocicepción mantenida. Posible sumación temporal de dolor en estos pacientes.
>Reducción de los mecanismos inhibidores endógenos (mencanismos anti-nociceptivos). Se ha comparado la respuesta dada de personas con y sin dolor de espalda, ante estímulos dolorosos, siendo los primeros los que se asocian a una mayor duración y gravedad de dolor.
También, las personas con dolor lumbar, muestran una conectividad reducida entre las regiones prefrontales y la sustancia gris periacueductal (región involucrada en vías modulatorias nociceptivas descendentes).
>Mayor sensibilidad a estímulos fríos en personas con dolor, aunque podría estar mediada por factores psicológicos (catastrofización, estrés, población…).
>Menor volumen de materia gris. Mayor en aquellos con dolor neuropático o discapacidad elevada. Estas regiones participan en el procesamiento y modulación de la información relacionada con el dolor. Estos cambios son reversibles.
>Cambios en la representación cortical de los músculos del tronco. Diferencias significativas en la corteza motora en personas con dolor versus personas sin dolor. Esto podría estar relacionado por los cambios posturales a modo ‘protección’ de la zona de dolor.
>Plasticidad maladaptativa. Ante estímulos inhibitorios, se produce una estimulación.
>Conectividad entre regiones cerebrales alteradas. Además, estos patrones de conectividad parecen cambiar durante la transición del dolor agudo al crónico desdelas redes sensorial-discriminatorias a las redes más comúnmente asociadas con el procesamiento afectivo.
>Déficit somatosensoriales. Afectación en la discriminación táctil y grafestesia (sentido por el que se puede reconocer la significación de lo que se escribe sobre la piel), relacionado con cambios en la corteza somatosensorial. Además, la imagen corporal, la apariencia y la función de la espalda también puede estar distorsionada en personas con dolor.
Referencias bibliográficas
1. Neurobiological Mechanisms Contributing to Back Pain. 2021;
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